Hay quienes pruebas de todo y no hay manera de adelgazar. La mayoría de nutricionistas optan por las dietas hipocalóricas. O sea, comer cada vez menos. Ingerir menos calorías. Pero claro, si ingerimos menos, también quemamos menos, nuestro metabolismo quema menos cada día. Y eso, no nos interesa precisamente.
Hay que saber que el truco no está tanto en la cantidad de alimentos sino en la calidad de estos.
Si abusamos de los alimentos inflamatorios y ácidos eso nos hará engordar. Y por contra, si ingerimos alimentos alcalinos, veremos como nos deshinchamos y por ende empezamos a adelgazar.
Y decimos que la cantidad no es importante, porqué al ingerir alimentos alcalines, al contener más nutrientes, más vitaminas, más minerales, estos nos sacian mas y hará que comamos menos, a posteriori.
Probad un día de cenar un plato de pasta. Y veréis que al cabo de 1 hora, tenéis hambre. Y por contra, otro día, cenad una tortilla y veréis como al cabo de una hora os notáis saciados.
Simplemente con la tortilla vuestro cuerpo estás más nutrido y el cuerpo va desgranando este alimento en formato energía y lo hace de forma lenta, porqué quiere aprovechar todos sus nutrientes. En cambio, con la pasta, al tener pocos nutrientes, se digiere muy rápido y al cabo de poco volvemos a tener hambre (por eso la pasta es también llamada hidratos de rápida absorción.).
Alimentos ácidos e inflamatorios.
Básicamente los hidratos refinados: pan, pasta, patatas, cereales, arroz...
Alimentos alcalinos e antiinflamatorios.
Frutas, verduras, algunos pescados, mariscos, huevos ecológicos, frutos secos.