jueves, 12 de junio de 2014

¿LA NATACIÓN ES BUENA PARA MI ESPALDA?

Las dolencias de espalda están a la orden del día. Sobre todo las lumbalgias y cervicalgias. Normalmente cuando acudimos al médico, este nos recomienda que hagamos natación. Y hace años que está extendido que dicha disciplina nos irá bien para nuestra maltrecha espalda. Si bien los médicos localizarán y darán nombre a nuestra patología, no deberían ser ellos los que prescribieran hacer un deporte u otro. Para ello están los entrenadores.  Digo esto por qué como ahora veremos, la natación no es tan buena como parece para nuestra espalda.
Antes de nada, tenemos que aclarar lo que queremos decir con "natación". El médico simplemente nos dice que vayamos a la piscina a nadar. Nada más. Y cualquier persona entiende nadar como hacer crol, braza y en menos medida espalda. O sea, nadamos los estilos que conocemos de natación. Y aquí tenemos el problema. El nadar cualquiera de estos estilos, puede agravar nuestra dolencia. Y más si no somos expertos en el medio acuático. Sólo un dato: el primer problema que suele tener un nadador profesional, suele ser la espalda.
Los estilos de natación bien nadados (ya no decimos mal nadados), son contraproducentes para la espalda.
  • ·         Estilo de crol: hay que mantener la horizontalidad. Cosa difícil si tengo mucha musculatura en las piernas. Deberé hacer un esfuerzo extra en las lumbares para mantener una posición horizontal y eso sobrecargará la parte baja de mi espalda.  Y cuidado con la respiración. Cada 2-3 brazadas deberemos sacar la cabeza para poder coger aire. Si no tenemos una técnica depurada a la hora de  respirar, sufriremos de las cervicales.
  • ·         Estilo de braza: Este estilo nos requiere una posición no horizontal sino medio en diagonal dentro del agua. Este estilo ya conlleva de por sí una presión en las lumbares y cervicales. Y según como, también en nuestras dorsales.
  • ·         Estilo de espalda: Este estilo es algo más complicado de nadar. También nos obliga a manter la horizontalidad dentro del agua. Así que las lumbares las podemos castigar bastante. Pero además, si no nadamos relajados y no sabemos mantener la cabeza en una posición óptima, nuestras cervicales de contraen de forma muy fácil y tendremos problemas.

¿Entonces, la natación es mala para nuestra espalda?
Si entendemos la natación como el nadar estilos, y tenemos algún problema de espalda, la primera recomendación de un buen entrenador sería no nadar estilos. Ahora bien, el agua sí que nos aliviará problemas de espalda. ¿Entonces? Actividades acuáticas. Esta es la clave. No es necesario ni recomendable nadar estilos. Pero no por ello quiere decir que no podemos hacer algo dentro de ella. Podemos nadar estilos pero con la ayuda de material (churros, pull-boy, planchas...) para que nuestro cuerpo sufra menos y por otra parte podemos hacer todo tipo de desplazamientos en el agua, y ejercicios que nos ayudarán de forma específica en nuestros problemas de espalda.
El agua es buena, sí. Pero cuidado con lo que hacemos dentro de ella.

Os adjuntamos un video con ejercicios terapéuticos que nos irán mucho mejor que limitarse a hacer estilos de natación. 


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