Como ya hemos
comentado en anteriores artículos la
intensidad es una variable clave a la hora de ponernos en forma. El cuerpo
mejora en base a pequeños desequilibrios. Si siempre andamos media ahora y
siempre vamos al gim y levantamos mancuernas de 2 kilos nuestro cuerpo no va a
mejorar. Como mucho, se mantendrá. Pero lo más seguro es que nuestro objetivo
no sea mantener sino mejorar.
La intensidad, siempre adaptada a nuestra
realidad, edad, condición... repetimos, será una factor clave. Aquí
ya hemos hablado de Tabatas, método Cindy, Huracán, Crossfit...métodos,
todos ellos para trabajar con intensidad.
Ahora bien, con
la edad, tendimos a bajar nuestra intensidad de entreno. Y debería ser lo
contrario. Poder mantener cierta
intensidad a ciertas edades (sobre todo
después de la menopausia), nos
ayudará, entre otras cosas a:
- · Bajar el riesgo de osteoporosi
- · Menos dolor de espalda
- · Mejor nivel de colesterol
- · Más tono muscular
- · Más facilidad para adelgazar
En diferentes
estudios recientes sobre mujeres de 50-60 años, se demostró que al hacer
actividad física algo más intensamente de lo recomendado normalmente(pesas,
saltar, correr, pequeños impactos...), los resultados eran mucho mejores, tanto
física como psicológicamente.
Además se
lesionaban mucho menos.
La clave está en
la progresión de nuestros entrenos. Poco a
poco, incrementando la intensidad y al cabo de las 4 semanas ya podemos
entrenar con entrenos cortos de alta intensidad. Envejecer no es una enfermedad, sólo un estado. Lo único que cambia
es que necesitamos más tiempo para recuperar. A lo mejor, en lugar de entrenar
4 días semana, entrenaremos 2 o 3, pero el concepto de intensidad, debería
estar siempre presente.
Y aquí tenéis un
Tabata muy simple para que os iniciéis. Como más intenso lo que hagáis mejores
beneficios.
1 comentario:
como siempre un gran aporte nunca esta de mas aprender cosas sobre la salud y adelgazar
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